Por Nokhi Ouzbara.
Como es imposible hablar de Frank sin alabar a Michael Fassbender, ahí va: Fassbender está magnífico, con un simple cambio de voz consigue despertar una reacción en el espectador, y sustentándolo con su lenguaje corporal, que no se queda atrás, consigues saber que está pensando o su estado de ánimo en cada escena, el carismático personaje que interpreta le sienta como un guante. Al mismo nivel que su interpretación esta la impecable dirección de Lenny Abrahamson, con un gran ritmo y genial puesta en escena, y la sorprendente fotografía de James Mather, es increíble cómo consigue este dúo con colores tan fríos crear una película tan cálida. Sobre todo me gustaría destacar el trabajo del segundo que está pasando muy inadvertido.
La inspiración de la película está lejos de ser el músico, artista y cómico británico Christopher Mark Sievey, sus similitudes empiezan y acaban con la máscara de papel maché.
Frank cuenta la historia de Jon Burroughs (Domhnall Glesson), un aspirante a músico bastante ordinario que sueña con triunfar. Sin ser un actor que me llamará demasiado la atención he de decir que soporta la carga de protagonista sobre sus hombros con mucha comodidad, su carisma es inherente, si otro hubiera hecho su papel sería fácil odiar su personaje. Nada más empezar se encuentra con el grupo Soronprfbs, que casualmente tocan esa noche y necesitan de un teclista, mientras transcurre esta conversación entre el manager del grupo y Jon, el actual teclista del grupo está en el mar tratando de ahogarse. Jon acepta ir al lugar donde van a tocar sin mucha idea de que van a tocar ni un ensayo ni nada. Ahí ve por primera vez a Frank con su máscara, y no entiende bien que está pasando, ni nosotros tampoco. Pero una vez empieza a fluir la música y empieza a tocar todo tiene sentido. Jon acaba abandonando su trabajo de oficina para entrar en la banda y aislarse en una casa rural para concentrarse en la concepción de un disco. Es curioso y gracias sin duda a la dirección de Lenny Abrahamson, que Jon, siendo la persona más normal de la película, es el inadaptado en la banda, y a su vez nos hace sentir inadaptados también a nosotros. Frank lleva la máscara, pero el resto de su banda no se queda atrás en rarezas y excentricidades. Sus encontronazos con el personaje de Maggie Gyllenhaal acaban siendo uno de los motores de la película, y que la llevan a rozar el surrealismo. Mientras trabajan duro en sus canciones, vamos explorando las personalidades de los miembros de la banda y viendo como se forjan los lazos entre ellos, y como van denigrando a medida que pasan las semanas. Otra de las virtudes de la película es el perfecto uso que ha hecho de twitter y youtube con mucha naturalidad, parecen dos personajes secundarios y su participación en la trama es muy grande. Primero, ofreciendo una vía de escapatoria a Jon de la casa de locos en la que se encuentra, y segundo… bueno eso son spoilers.
Es una película difícil de describir mas allá de mencionar lo original y divertida que es, difícil porque no se parece a nada que se haya hecho antes, se separa mucho de las otras películas sobre bandas y explora otros temas y de otras formas, el buscar nuestro lugar, disfrutar de lo que nos gusta sin pretensiones, animarnos a buscar nuestra propia versión artística en lugar de imitar a otros, y como Josh Larsen dijo en su podcast, lanza una mirada atrevida a la locura sin romantizarla. Frank es una película con defectos, pero sus virtudes son únicas, es perfecta para los que buscáis algo diferente que ver, merece y mucho la pena. Es curioso que sin parecerme una película de 8, me muero de ganas de volver a sentarme y dejarme llevar por los Soronprfbs.
Hasta aquí la review sin spoilers.
Hay una escena que describe perfectamente las pequeñas maravillas de la película, cuando Soronprfbs se ve reducido a dos miembros Jon propone a Frank cantar sus canciones, que no buscan ser artísticas sino gustar a la gente. Frank accede, pero antes de salir al escenario maquilla como una prostituta su careta. No creo que haga falta explicar la escena. Es increíble como Lenny Abrahamson baila entre la fábula, la crítica, y la tragicomedia en una misma película, un hombre con muchísimo talento y al que habrá que seguir de cerca, su próxima película es con Brie Larson.
Poco después del fracaso del concierto Jon y Frank se separan, y al buscarlo mantiene una conversación con sus padres, en esa conversación, toda esa envidia por el talento de Frank que transporta Jon durante toda la película desaparece, ya que él creía que las genialidades de Frank venían de haber vivido en tormento, pero Frank siempre ha sido musical. Lo que nos lleva a la preciosa, magnifica, pulcra y demencial escena final. Frank vuelve para dar vida al grupo de nuevo. Nunca he creído que una buena película tuviera que tener un mensaje, ninguna película de hecho, pero esta lo tiene, y es tan bueno y está hecho con tanta maestría que ni te percatas de él. A veces, con hacer lo que te gusta con la gente que amas, basta.
NOTA: La película se puede ver únicamente en Cineonline